En el lugar donde pasamos gran parte de nuestro tiempo, es importantísimo sentir un ambiente de trabajo agradable, relacionarse con los compañeros del trabajo y no sólo con máquinas.
A veces estamos “acorralados” en un cubículo, sin ver la luz del sol durante horas, sin acceso a una ventana, sin poder hablar con nadie, con el estresante día a día. Todo eso pasa factura y el ser humano, bajo tensión, tiene reacciones insospechadas: